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Arte y cultura


El arte australiano y las actividades culturales reflejan la mezcla tan singular de diversas culturas, nuevas influencias y viejas tradiciones. Son el producto de un milenario paisaje que alberga tanto las tradiciones culturales vivas más antiguas del mundo como una rica mezcla de culturas inmigrantes.

Hoy Australia presenta un vibrante escenario artístico y cultural, donde todas las formas de expresión del arte, incluyendo la música, el teatro y la danza, cuentan con una fuerte adhesión.

Vínculos de turismo y cultura australiana
 

Artes visuales

Los artistas visuales juegan un importante papel en la formación de la imagen de Australia. Desde los comienzos de los años 1970, los artistas de origen aborigen o de las Islas del Estrecho de Torres han atraído la atención internacional hacia su arte y su cultura.

Las artes visuales de Australia cuentan una historia diferente del pais - obras que reflejan los conflictos con los que se enfrenta la Australia contemporánea, incluyendo los problemas de medio ambiente, la ruptura con el medio urbano y los cambios dentro de la comunidad.

Artes escénicas

El panorama escénico australiano está lleno de energía, originalidad y diversidad.
Compañías como Circus Oz y la Orquesta de Cámara de Australia y grupos indígenas como son el Bangarra Dance Theatre y el Aboriginal and Islander Dance Theatre son aclamados en todo el mundo por la calidad de sus producciones.

La danza australiana es reconocida por su variedad y exuberancia. Las compañías más importantes, como el Ballet de Australia y la Compañía de Danza de Sydney, salen de gira regularmente, provistas de un repertorio diverso de obras tanto australianas como internacionales.

La música australiana se ha visto enriquecida enormemente por la inmigración posterior a la segunda Guerra Mundial y abarca una impresionante gama artística. El virtuoso guitarrista Slava Grigoryan, nacido en Kazakhstan, experimenta con el tango argentino y la bossa nova brasileña, mientras que la Orquesta Brandenburg Australiana y la Orquesta de Cámara Australiana gozan de estatus mundial. Intérpretes como el violinista Richard Tognetti y los pianistas como Roger Woodward, Geoffrey Tozer y Simon Tedeschi, junto con el violinista y director de orquesta Nicholas Milton, y la flautista Jane Rutter, son caras conocidas en los escenarios australianos y en los auditorios internacionales.

Opera Australia, la compañía nacional de ópera, es la tercera del mundo en cantidad y frecuencia de representaciones y tiene su sede en la espectacular Ópera de Sydney. El legado de las leyendas operísticas tales como Dame Nellie Melba o Dame Joan Sutherland (condecoradas con la Orden del Imperio Británico) ha sido recogido por figuras de la talla de Deborah Riedel, Lisa Gasteen e Ivonne Kenny.

Australia es bien conocida por su original estilo de música rock y pop, con una sólida base de popularidad ya establecida por artistas contemporaneous como Silverchair, Natalie Imbruglia y Kylie Minogue, junto a INXS y AC DC en sus años de mas alta popularidad. Nuevos artistas como Missy Higgins, Jet y Ben Lee también están comenzando a ser aclamados internacionalmente.

Cada estado australiano posee una compañía de teatro importante y además tiene otras más pequeñas pero también conocidas. Se pone mucho esfuerzo en desarrollar públicos, en recorrer la Australia regional, en educar a los jóvenes en las artes teatrales, en lograr que los discapacitados tengan acceso y participen en estas disciplinas y en desarrollar nuevos talentos en las áreas de escritura, actuación y producción.

El gobierno Australiano suministra un promedio anual de 4.900 millones de dólares en fondos para una gran variedad de propósitos artísticos, culturales y del patrimonio cultural. El monto total del sector australiano de las artes e industrias relacionadas alcanza la suma de 3.180 millones de dólares y más de 2.900.000 de australianos están involucrados en trabajos relacionados con el arte, la cultura y el tiempo libre.

El Gobierno australiano se halla comprometido en asegurar a las comunidades regionales el desarrollo de una vida cultural vibrante y sostenida, que fortalezca la identidad y el bienestar de cada comunidad y que incentive una amplia participación.

El singular, diverso y vibrante patrimonio cultural de Australia puede hallarse actualmente en las muchas facetas de la nación. Se expresa a través de las costumbres, el folklore, las lenguas y las tradiciones que se ven reflejadas tanto en el entorno natural como en el fabricado, y que se captan en los objetos creados y recolectados.

Cine

Los cineastas y actores australianos siguen trasladándose rutinariamente entre el país y el extranjero. Directores como Peter Weir (Master and Commander, The Truman Show, Green Card, Dead Poets Society, Witness), Philip Noyce y Scott Hicks (Shine, Snow Falling on Cedars), junto con actores como Nicole Kidman, Geoffrey Rush, Guy Pearce, Cate Blanchett, Naomi Watts, Hugo Weaving, Sam Neill, Mel Gibson, Hugh Jackman y Toni Collette son sólo unos cuantos de los nombres más prominentes entre una larga y distinguida lista de australianos que han forjado carreras cinematográficas por sí mismos en Australia y en el extranjero. Lo mismo ocurre con neocelandeses residentes en Australia como Jane Campion (El Piano, Retrato de una Dama) y Russell Crowe, ganador de un Óscar de Hollywood en el año 2001 como mejor actor. Es un gran logro para una industria que virtualmente estaba paralizada cuando una inyección de dinero por parte del gobierno la revivió a principios de los años 1970.

Escritores australianos: una raza singular

La literatura nacional tiene un estilo típicamente australiano - ingenioso, irónico, lacónico y de mirada impasible hacia el mundo y lo que éste ofrece.

No es de extrañar que la primera literatura australiana que sigue siendo popular consista en narraciones breves de Henry Lawson: relatos de la vida rural en los años 1890, de supervivencia y humor, en un estilo despojado que ahora resulta curiosamente moderno. Cualquier literatura que se precie de ser por lo menos pasable tratará siempre de amor y de muerte. Pero el ingrediente australiano añadido a estos temas es el establecimiento de la civilización europea en el hemisferio sur, en un medio totalmente extraño, entre pueblos indígenas en un principio apenas comprendidos y luego sólo paulatinamente entendidos. Los escritores tienen allí mucho que asimilar, pues Australia -que como estado existe hace tan sólo cien años- ha tenido que hacer un curso intensivo de cómo construir una nación. Australia tiene un premio Nóbel en literatura: el severo, mordazmente cómico y a la vez épico novelista Patrick White, quien ganó el premio en 1973. El novelista australiano del momento es Tim Winton. Sus novelas, están repletas de frescura verbal y son ambiciosas, sofisticadas en su estructura y alcance. Sus personajes son vívidamente verosímiles, su retrato de la vida en la costa oeste de Australia es prácticamente exhaustivo y su sostén teológico es rico e integrado.

Recomendables clásicos y contemporáneos son A.B (“Banjo”) Paterson, Henry Lawson, Les Murray, Helen Garner, Robert Dessaix, al igual que escritores que pasan a ser críticos y comentaristas de la vida contemporánea como Germaine Greer, Shiley Hazzard, Robert Hughes, Clive James o Peter Porter. Son deslumbrantes, cultos, graciosos, excéntricos, y a veces pueden expresar una gran humanidad.

La Moda

La fama de Australia como una nación vital e individualista se encuentra perfectamente ejemplificada en la moda australiana, un delicioso y colorido crisol de exuberantes estilos. Se puede comenzar con la intensamente hermosa fusión cultural de la estética de Akira Isogawa. Una figura constante en el circuito internacional es Collette Dinnigan, la reina de la alfombra roja. Con seguidoras de tan alto perfil como Naomi Watts, Sara O’Hare, Helena Christensen y Charlize Theron, sus vestidos bordeados de encaje, sus espigadas polleras en capas y sus trajes de satén bordados con cuentas se encuentran en más de 80 tiendas de primer nivel en todo el mundo.

También está la nueva guardia. Esta generación rebelde toma su inspiración de la cultura surfística de Australia, de los graffiti, del arte y de los sueños infantiles para después crear su sentido único del estilo, con un conjunto de reglas completamente diferentes. Tsubi, una marca de incitadores con base cercana a la playa Bondi en Sydney, es muy conocida por su uso de tela de jean maltrecha y por sus travesuras en las pasarelas. Agreguemos a la lista a sass&bide, la sociedad entre el dúo dinámico de Heidi Middleton y Sarah Jane Clark, quienes pasean sus caprichosas creaciones imbuidas de espíritu bohemio tanto en Australia como en Nueva York. Luego está Willow, la línea de lencería que recientemente ha debutado en las pasarelas internacionales, con sus confecciones salpicadas de lentejuelas. Estas tres etiquetas van por senderos peculiares y creativos, probando de esta manera que no es necesario tener una renombrada firma establecida para destacarse.

Como era de esperarse, los australianos han dejado también su marca en el mercado internacional de los trajes de baño. La playa es una inspiración innegable para diseñadores tan diferentes como Zimmermann y Tigerlily, con sus bikinis de estampado tropical y sus mallas esculturales. Hay mucho mérito en el espíritu y la diversidad de la moda australiana. Oriundo de Brisbane, Easton Pearson, ha construido su firma en base al estilo campesino romántico, mientras que las dos marcas de Melbourne Maticevski y Scanlan & Theodore muestran una sastrería innovadora entremezclada con diseños femeninos, alegres y cuidado.

En última instancia, lo que ha unido a este grupo de líderes creativos es la búsqueda de su satisfacción personal, indiferentes a lo que la industria dicte. Pero, como ocurre con todo lo australiano, el sentido de la aventura es siempre de esperarse.